El valor de la inclusión y de la alteridad

martes, 9 de febrero de 2016


Nuestros actos y decisiones tienen consecuencias, eso es algo que todos, y por supuesto los profesores, deberíamos tener siempre muy presente. Recordar el sentido y el fin de una vocación específica como es la de maestro, vocación que debe ser puesta al servicio de los demás, es fundamental para evitar excluir y ser capaz de dar su lugar a cada niño como persona digna y con derechos. ¿Acaso por vocación el maestro no está llamado a ser creativo y motivador saliéndose de la comodidad? ¿Qué tiene de heroico y especial el ofrecer ayuda al que no lo necesita de forma singular?

Cuán importante es que tus alumnos aprendan a amar en la diferencia, porque si no, nunca llegarán a ser conocedores de la esencia de ese otro ser humano que tiene algo que aportarles y les puede mostrar, a su vez, que la vida merece la pena ser vivida y puede ser plena aunque no se tenga todo lo que se considera “normal”. En tu aula puede que no haya ningún alumno con necesidades especiales, o puede que sí. Tanto si lo tienes como si no, permite a tus alumnos aprender de la riqueza que cada persona puede ofrecer, indistintamente de si puede oír o no, ver o no, hablar o no, moverse o no.

Educa a tus alumnos en la capacidad de incluir, de acoger, de acompañar, de hacer sentir al otro único, valioso y digno, como ellos, de lo mejor.

En el caso de que no tengas a ningún alumno con necesidades especiales te invito a que trabajes con tus alumnos diversas propuestas:

En primer lugar, y si es posible, tal vez puedas preparar una visita a un centro o a una asociación donde se apoya y ayuda a niños, por ejemplo, con parálisis cerebral.

En segundo lugar, podrías invitar a tus alumnos a realizar varias actividades en el aula por medio de role-playing. En ocasiones podrías taparles los ojos y preguntarles cómo se sienten, qué harían ellos para moverse por el aula y por los pasillos, cómo creen que podrían realizar las actividades propuestas en clase, etc. Posteriormente, tras retirar la venda de los ojos sería bueno que, por grupos, pensasen en cómo podrían ayudar a un compañero que tuviese dichas necesidades y lo pusiesen en común en gran grupo.

Asimismo, podrías llevar una silla de ruedas al aula y proponerles que pensasen juntos cómo podrían distribuir el aula para que tuviese una mayor movilidad un alumno con estas necesidades. Igualmente, se les podría proponer que imaginasen cómo podrían jugar con él, cómo hacerle sentir incluido en el grupo, etc.

En tercer lugar, te animo a que veas con ellos el corto “Cuerdas”. Antes de nada podrías preguntarles cómo tratarían ellos a un niño con parálisis cerebral, cómo le acompañarían en la lectura, cómo jugarían con él, cómo le haría bailar, etc. Tras la visualización del corto podrías invitarles a valorar el papel de cada personaje, resaltando cuál les ha gustado más y por qué, qué tal creen ellos que lo ha hecho la niña del corto, entre otras propuestas que se te puedan ocurrir a ti según el tipo de alumnos que tengas en el aula.

No adjunto el corto entero, porque se puede acceder a él con facilidad en las tiendas y además su compra permite que se beneficien los trabajadores que con tanto amor lo han realizado y el niño real que ha motivado dicha historia.







Por último te adjunto algunas lecturas que son interesantes para tu formación continua.